Teníamos muchas ganas de enseñaros esta boda en Bilbao en el blog y también teníamos muchas ganas de hacer un vídeo de boda en el Castillo de Arteaga. Y es que estamos enamorados del Valle de Urdaibai y sus alrededores. Como bien sabéis los que nos conocéis: ¡Nos encantan las bodas en el País Vasco! Así que pusimos dirección a Bizkaia dispuestos a contar esta boda-fiesta.
Y es que el día de tu boda es para disfrutarlo y para bailar y reír A TOPE y sin ninguna duda esto es lo que hizo esta pareja.
La organización y decoración corrió a cargo de las chicas de Marketing for Lemons. Inés y Tania se esmeraron al máximo para que todo luciese a la perfección y cuidaron hasta el más mínimo detalle. Y cuando tienes a profesionales así en tu boda se nota. De la fotografía se encargó Sara Lobla, una de las mejores fotógrafas de boda que conocemos.
EL VESTIDO: PAREDERO QUIRÓS.
De Silvia, la novia, no nos salen los calificativos para describir cómo iba ese día. Solo podemos deciros que lució un vestidazo de Paredero Quirós que le quedaba fenomenal junto con su tocado de M de Paulet. Su look de novia era ideal. Beauty & friends y Esther Torralbo se encargaron del maquillaje y la peluquería respectivamente. Y del ramo y de la decoración floral de toda la boda se hizo cargo Flores Elorz. Oier, el novio, confió en Scalpers para su traje, el cual le quedaba como un guante. Cosa fácil cuando tienes una percha así.
Una boda en el Castillo de Arteaga.
Fue una ceremonia al aire libre en los jardines del Castillo de Arteaga. Llena de momentos intensos y discursos emotivos por parte de los familiares y amigos de Silvia y Oier.
El cóctel al aire libre se realizó en el patio del castillo para después entrar en el comedor decorado de forma espectacular. ¡Del techo colgaba vegetación a modo de bosque!
Y después el fiestón. Con unos novios y unos invitados disfrutones todo es más fácil. Lo dieron todo y más. Y es que no nos cansamos de decir que una boda es una fiesta.
¡Y nada más! Nos encantó ser partícipes de la boda de Silvia y Oier y como decimos siempre: La felicidad merece ser recordada.
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