El jardín de Barretaguren es un sitio especial para celebrar tu boda cerca de Bilbao. Está en Gueñes. Como videógrafos de boda siempre es un placer volver por aquí. Y es que nos encantan las bodas en Bizkaia.
Cuando dos almas aventureras como Ariane e Ibon deciden unir sus vidas, sabes que su boda será todo menos convencional. Imagínate una ceremonia bajo el cielo azul, enmarcada por las imponentes secuoyas del Jardín de Barretaguren, un espacio que parece sacado de un cuento moderno, pero sin princesas ni castillos, solo mucho amor y naturaleza vibrante.
Su historia comienza en los pasillos del hospital de Basurto, donde Ariane e Ibon, ambos dedicados al cuidado de los demás, empezaron a cuidar un sentimiento que crecía entre guardias y cafés compartidos. La chispa se encendió entre desayunos sorpresa y «olvidos» intencionales que resultaron en encuentros que ninguno quería evitar. Tras una barbacoa de verano y tres años de convivencia que les puso a prueba durante el confinamiento, Ibon encontró el momento perfecto para arrodillarse, en el lugar que sería su futuro hogar, sellando su propuesta con un «¿qué haces?» que pronto se transformaría en un «sí, quiero».
Un vestido de Rosa Clará para una boda en exterior.
El día de la boda amaneció con un sol resplandeciente, precioso, ideal para disfrutar de una boda en el Jardín de Barretaguren. Mientras Ariane compartía risas y nerviosismo con su familia en una habitación del caserío, Ibon se preparaba en otra, anticipando el momento en que vería a su futura esposa.
La ceremonia al aire libre fue un reflejo del espíritu de Ariane e Ibon: genuina, alegre, y profundamente emotiva. Los discursos de amigos y familiares no solo honraron su trayectoria juntos, sino que también auguraron un futuro lleno de más aventuras y comprensión mutua.
Y allí en una ceremonia bajo secuoyas centenarias se dieron el «sí».
Ariane brilló con un diseño de Rosa Clará, complementado por la elegancia clásica de Sastrería Pascual para Ibon.
La belleza de la novia fue realzada por Peluquería Juanan Atutxa y Verónica Mora.
Gonzalo Balma transformó el espacio con arreglos que parecían danzar con el viento.
Como fotógrafo de bodas estuvo Yeray Arenas capturó cada momento con un enfoque único. Siempre un placer trabajar con él.
Jardín de Barretaguren. Una finca con un encanto especial.
No faltaron detalles únicos: desde un carrito de helados Regma, revelando la «dulce» adicción de Ibon, hasta la música en vivo que amenizó el cóctel, incluyendo una canción de Melendi que tocó el corazón de Ariane. Y no podemos olvidar los talos hechos en directo durante la recena, un guiño a su tierra que todos disfrutaron entre risas y bailes.
La celebración del banquete fue un torbellino de alegría, con regalos sorpresa y un juego que puso a prueba la complicidad de los novios. La fiesta? Un derroche de energía, con todos los invitados bailando hasta el amanecer.
El regalo de Ariane a su padre. Un pañuelo bordado.
Y sí, hubo momentos de esos que hacen que todo se detenga: el regalo de Ariane a su padre, un pañuelo personalizado justo en el instante en que la vio vestida de novia, capturado eternamente en el vídeo de boda. Esa imagen, esa emoción palpable, es justo lo que queremos que veas en nuestro vídeo destacado. Porque la felicidad merece ser recordada.
En el Jardín de Barretaguren, sitio ideal para casarse en Bizkaia, esta pareja no solo celebró su amor, sino que crearon un espacio de magia y conexión, donde cada detalle, cada sonrisa, y cada lágrima de felicidad fueron capturados en vídeo. Si te imaginas celebrando tu gran día con esta misma autenticidad y alegría, estamos aquí para asegurarnos de que cada momento brillará con luz propia.
Echa un vistazo al vídeo y si quieres algo así nos dices.
Ariane&Ibon. Gracias ♥️
INFORMACIÓN ÚTIL SI ESTAS BUSCANDO PROVEEDORES PARA TU BODA EN JARDÍN DE BARRETAGUREN:
Deja una respuesta